Cuando un niño tiene propensión a agredir a otro y
apreciamos que intenta causar un daño físico o psicológico, decimos que
presenta AGRESIVIDAD.

Debemos tener precaución al castigar a niños agresivos. Sears,
Maccoy y Levin (1957) demostraron que "la aplicación de castigos severos
por conductas agresivas en niños genera, en éstos, grados muy altos de
agresividad.

A veces se obtienen, con estas penas, conductas también no
deseadas: apatía y pasividad. Se instruye a los hijos cuando es correcto, o no,
mostrarse agresivos y en que grado deben serlo. Esto conlleva, en algunos
casos, interiorizar unas normas que pueden entrar en conflicto con el ambiente
que le rodea.
COMO PREVENIR O MODERAR LA CONDUCTA AGRESIVA EN LOS NIÑOS
Es fundamental, restar importancia a las situaciones de
irritación. En ningún caso exagerarlas como medio de corrección.
No pretendan tener siempre la razón. Respeten los puntos de
vista de sus hijos y no traten de imponer violentamente los suyos.
En medio de una discusión, paren y cuenten hasta diez. Si
ven que se va iniciar una pelea con su hijo, salgan de esa habitación y,
después, cuando los ánimos lo permitan volverán a plantear el tema y busquen
una solución, entre ambos.
No acepten desafíos ni apuestas. Pueden llevar a situaciones
límite, nada convenientes para ambos lados.
Si su hijo se muestra agresivo, no caigan en la tentación de
la escalada de mutua agresividad. Una sutil indiferencia les puede hacer salir
airosos de la situación.
Dada la calidad de la TV actual, impedir a los más pequeños
visualizar escenas de agresividad, de las cuales hay gran cantidad actualmente,
en todos los canales.
tomado de: http://www.psicopedagogia.com/articulos/?articulo=392